Penduro a tradución a castelán de «Os poemas da Bela Dormente», un ciclo de 4 textos publicado no ano 2001 no meu libro -orama, orixinalmente en galego.
Dedicara cada poema aleatoriamente a 4 mulleres moi achegadas a min naquela altura, 4 amigas.
No subtexto, a intención era deseñar unha xenealoxía do feminino, unha xenealoxía do cromosoma XX, no que collían mulleres invisibles, sabias, bestas e tamén certa masculinidade ou androxinia.

LOS POEMAS DE LA BELLA DURMIENTE
Estíbaliz…Espinosa, 1999
en galego no libro -orama, colección Tambo, Deputación de Pontevedra
l a b e l l a i n s o m n i o
Soy
aquella
costilla abandonada en los maizales
de vientre redondo como vientre de manzana
de manos imposibles
acabándose
Soy acabándome. Y acabada nazco
como nace el mar del río que claudica:
Soy la que se amplía la que se escupe
la que durmió mil años y fue despertada.
Soy la que hoy
difunde sus manos
su palabra se curva como un fino horizonte
sucesivo amarrado a ella misma
Soy la expulsada que miró atrás
la espigadora con la lactancia a hombros
la virgen ciega
la desangrándose
la brizna de hierba
la que trasiega el agua
Soy comprometida siempre desde antes de nacer
soy la novia de cristo y de anticristo
la negación del alma y del entendimiento
la comensal de la niebla
Soy la condenada a un guante
la levantada en chapines a medio metro del mundo
la que camina detrás
con pies cosidos al habla
la sal que vuelve al agua
nada más nacer
y el sexo bordado
La infatigable con lámpara de aceite
la que nunca dormía
y durmió tres mil años
Soy la rostro, la cicatriz y la espera
soy una espejo tranquilizando a mentiras
soy la raptada
la botín
la obsequio
soy la alianza entre dos pueblos rivales soy la promesa de un gran imperio
la llave que seducirá al tirano la peluquera que traicionará al forzudo soy
la causa final de un asedio y de un libro
la despechada que huirá amante
la indeseable ansia
la que no sabe
La que siempre habla para que escuche el aire
la que siempre escribe para la arena sucia
la asimilada a todos los animales inferiores
la nobel indotada para la academia
la que se deja bigote para leer a aristóteles
la mil una del harén
tú misma
La veneno administrado sabiamente
la soldado que se oyó en sueños salvadora de la patria
la ígnea y la océana
y, cómo no, la loca
la doña juana la juana inés emily christine etheria
judith lilith sarasvati eva
ono no komachi
la maría la yahvé dios
la buda
Soy la compradora compulsiva de compresas
la que rompe tazas
y tiene joroba.
La inclinada sobre el vertiginoso tapiz del tiempo para que no ocurra
y descose
y deslee
y desenuncia
y descalla
La que lo desdeja todo.
La vientre que desde siempre empuja.
La violencia
hecha cabello.
Soy la profundamente habitante
soy de un reino que es apenas este mundo
Y al fin debo decirlo:
Soy la que soy.
Y sigo siendo
para Estefanía
l a b e l l a d i c e h o m b r e d e s í
Si dijese de mí un signo diría puntos suspensivos
diría tronco esperando hacha
diría abultamiento
y medusa diría
y diría luego quién
y luego añadiría cómo
en dónde o por qué o hacia dónde
se mueve esta mitad por la tierra
como si rabo de lagartija seccionada
si cabeza parpadeando ante su guillotina
si tronco de gallina buscando su pico entre la muerte
las cuestiones infatigables que no caben en mano en pregunta
Si dijese de mí un fruto manzana diría
así de alta y paraíso me nombro
así de madrastra y hespéride
así de hija de guillermo tell
Todas las ecuaciones permiten mi nombre
pero fue difícil hasta hoy conciliarlas
Duermo con mi sangre vuelta hacia atrás
hacia los sacrificios donde se concita el sueño
Mi cuerpo que inspiró tanta vasija
mi forma contenedor del mundo
el mundo hecho de mí y con un cuerno
con un sol
con la lengua brutalmente fuera
Hay varón en mí hasta la curva de la última uña
bajo la cual late el dedo que tanteó tanto sonámbulo huso
tanta droga para calmar las ansias
la voluntad ingobernable
hambre de salir junto al filósofo el navegante
el mago el contador de estrellas
el tahúr el contrabandista
la sed deseo de abandonar un lecho largo como el semen de un príncipe
El hombre es mitad dios
La mitad de la mitad es poca cosa
Tanto hay de mí en ella
la bella
ojerosa medieval cumpliendo un plazo
hasta levantándose con su bombilla y su hormona
hasta su jaqueca y su sari son mí
sus pechos colgando su muñeca doblada
empuñadura trizando urnas
sus aros al cuello sus platos labiales
para multiplicar pretendientes
y no olvidemos su radiactividad
ni sus escarificaciones
sus escarificaciones que son
como puntos suspensivos en la abierta boca del hombre
para Bea
l a b e l l a d i c e b e s t i a d e sí
careciendo de término medio
del lupanar al palacio
del baño de venus a la lepra
de lilith a santa teresa
de celestina a dama del unicornio
de beatriz a meretriz de línea a punto de templo a arena
de hipatia de alejandría al polvo
de telescopio a cometa
de rita hayworth a la regenta
de diosa blanca a gran cerda
lagarta bicha comadreja
loba arpía zorra coneja
solitaria circe
con su hueco en la marea
de todos los nombres del señor cohen
a todos los filmes del señor allen
de la niña del reverendo a lesbia nuestra
del hada melusina a mesalina
a la mescalina y a la dulce neus
en extremos vivo y amo porque mi razón no ha razón sobre el mundo
nací lágrima sin saber qué hacía aquí
nací bestia sin espejo
sin marcos de esta especie
burla a la mediocridad
maquiavela entre la razón de estado y la manzana podrida del cesto
de berenice a ligeia
de la belladona a la odalisca
walquiria geisha
concubina
yegua que irrumpe en un cuadrado onirismo
de aquí allá de arriba abajo
de lo a la
y serpienta
hueva
esperma
alma
fuega
careciendo de fin
intensamente
para Sandra
l a b e l l a s u e ñ o
Y bajo el dulcísimo dosel de ese marco sin estrellas
cuántos sueños no tendría la bella
la eterna
la muda
doncella
la ciega
lacrimosa
madura
la pálida
la ablada
la oscura
la por siempre sin par vieja durmiente
para María