imaxe: Rimbaud, by ElyseBlackRose
Despois de moitos anos escribiulle.
Envioulle cartas, anotacións, fotos, todas esas vísceras dobradas que gardamos baixo o horizonte de probabilidades de volver desvelar.
Quería soprar e soprar e ver se a vela se axitaba, ver se a vela ardía.
E a vela axitouse. E a vela ardeu.
Tragou saliva.
Era o único que podía tragar sen medo a mancarse.
bonita llama la que prendieron estos dos…
Después de muchos años, la redescubrió.
La leyó, la comprendió y, sobre todo, la añoró.
Sí, la vela se agitó y ardió, con fuerza; ¿cómo se apagará esta vez? ¿se consumirá lentamente acaso?
No sé si he de tragar saliva, pero lo cierto es que tengo miedo a dañarte y, sobre todo, egoísta yo, a dañarme.
Eso sí, siempre nos quedará-unirá nuestro genial “hombre de las suelas de viento”, francés, africano, poeta.
Soy ElyseBlackRose, me ha sorprendido ver este trabajo tan antiguo aquí, la verdad 🙂
Gracias Estíbaliz!
Gracias a ti.